Seguimos enfadándonos por estupideces, queriéndonos a veces. Al fin de cuentas,sería imposible seguir sin saber que estás aquí.

No me dejes, mi vida, no me dejes, que no puedo sin ti. No me dejes, aún no..

Ya ves, sigues siendo el primer pensamiento al despertar, un desgarro de mi alma sigue vivo en mí, que pasa el tiempo y no mis ganas. ¿Qué tal? Si quieres que te diga la verdad, no he dejado ni un segundo de pensar en ti, mi perfume es el aroma del último beso que te di, se me olvidaba que no volverías.. cuánto tiempo sin verte, no dejé de quererte, vivir con tu recuerdo no me es suficiente.
Subimos hasta el último piso y de ahí a la azotea, al principio me asusto, y empiezan los vértigos, él lo nota y me coge la mano. Nos acercamos al filo, y miramos desde allí toda la ciudad, sigo sin saber qué hora es pero por la cantidad de luces que hay, debe ser madrugada. Él me empieza a susurrar "¿Ves? aquí ya no llegan tus problemas, no son tan grandes." Me estremezco al notar su voz en mi oreja y su aliento en mi cuello."Cuando tengas un problema más grande que todo esto..." hace un gesto para abarcar toda la ciudad "... valdrá la pena que vuelvas a ese sitio."
Y tenía razón, desde entonces, cada vez que tenía un problema subía a la azotea de mi edificio y desde allí me daba cuenta de que
nada es tan importante como para volver a desear tanto acabar con todo como lo deseé yo aquel día.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Quiero tener un hueco en tu memoria para siempre3.

Quiero quedarme grabada en tu memoria pero no como una simple amiga mas, quiero quedarme grabada en tu memoria como esa niña tonta al a que saludabas todos los días con una enorme sonrisa pintada en la cara, aquella que te devolvía el saludo con un cálido abrazo, quiero que me recuerdes como aquella niña que te miraba con disimulo cada vez que pasaba por tu lado, aquella que reía y lloraba contigo, aquella con la que te podías pasar hablando horas y horas sin cansarte, aquella que se avergonzaba admitir sus sentimientos, aquella que se estremecía de emoción cada vez que le susurrabas algún “te quiero” cariñoso al oído, aquella que se asustaba en los paseos nocturnos y se escondía entre tus brazos sintiéndose así mas segura, quiero que me recuerdes como esa niña tonta que aún te sigue queriendo, quiero que me recuerdes como aquella niña cariñosa a la que una vez tanto quisiste.

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