Seguimos enfadándonos por estupideces, queriéndonos a veces. Al fin de cuentas,sería imposible seguir sin saber que estás aquí.

No me dejes, mi vida, no me dejes, que no puedo sin ti. No me dejes, aún no..

Ya ves, sigues siendo el primer pensamiento al despertar, un desgarro de mi alma sigue vivo en mí, que pasa el tiempo y no mis ganas. ¿Qué tal? Si quieres que te diga la verdad, no he dejado ni un segundo de pensar en ti, mi perfume es el aroma del último beso que te di, se me olvidaba que no volverías.. cuánto tiempo sin verte, no dejé de quererte, vivir con tu recuerdo no me es suficiente.
Subimos hasta el último piso y de ahí a la azotea, al principio me asusto, y empiezan los vértigos, él lo nota y me coge la mano. Nos acercamos al filo, y miramos desde allí toda la ciudad, sigo sin saber qué hora es pero por la cantidad de luces que hay, debe ser madrugada. Él me empieza a susurrar "¿Ves? aquí ya no llegan tus problemas, no son tan grandes." Me estremezco al notar su voz en mi oreja y su aliento en mi cuello."Cuando tengas un problema más grande que todo esto..." hace un gesto para abarcar toda la ciudad "... valdrá la pena que vuelvas a ese sitio."
Y tenía razón, desde entonces, cada vez que tenía un problema subía a la azotea de mi edificio y desde allí me daba cuenta de que
nada es tan importante como para volver a desear tanto acabar con todo como lo deseé yo aquel día.

lunes, 5 de marzo de 2012

¿Cómo puede ser..?

¿Cómo puede ser que estuviera pensando en fricassee y en moléculas de carbono cuando al otro lado de la ciudad mi hermana acababa de exhalar su último aliento? ¿Qué clase de mundo es este? ¿Y qué podemos hacer nosotros? ¿Qué hace uno cuando de hecho sucede lo peor que podía suceder? ¿Cuando uno recibe esa llamada? ¿Cuando uno echa tanto de menos la montaña rusa de la voz de su hermana que le entran ganas de destrozar toda la casa con las uñas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario