Seguimos enfadándonos por estupideces, queriéndonos a veces. Al fin de cuentas,sería imposible seguir sin saber que estás aquí.

No me dejes, mi vida, no me dejes, que no puedo sin ti. No me dejes, aún no..

Ya ves, sigues siendo el primer pensamiento al despertar, un desgarro de mi alma sigue vivo en mí, que pasa el tiempo y no mis ganas. ¿Qué tal? Si quieres que te diga la verdad, no he dejado ni un segundo de pensar en ti, mi perfume es el aroma del último beso que te di, se me olvidaba que no volverías.. cuánto tiempo sin verte, no dejé de quererte, vivir con tu recuerdo no me es suficiente.
Subimos hasta el último piso y de ahí a la azotea, al principio me asusto, y empiezan los vértigos, él lo nota y me coge la mano. Nos acercamos al filo, y miramos desde allí toda la ciudad, sigo sin saber qué hora es pero por la cantidad de luces que hay, debe ser madrugada. Él me empieza a susurrar "¿Ves? aquí ya no llegan tus problemas, no son tan grandes." Me estremezco al notar su voz en mi oreja y su aliento en mi cuello."Cuando tengas un problema más grande que todo esto..." hace un gesto para abarcar toda la ciudad "... valdrá la pena que vuelvas a ese sitio."
Y tenía razón, desde entonces, cada vez que tenía un problema subía a la azotea de mi edificio y desde allí me daba cuenta de que
nada es tan importante como para volver a desear tanto acabar con todo como lo deseé yo aquel día.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Aferrados a un abrazo para subsistir al vértigo.

Sentimos pánico genético si estamos solos, gestos románticos son raros tiempos modernos que se burlan de lo tierno y se distancian de lo eterno. Acostumbrado sufrir por ello, pasé mi adolescencia tan perdido, pensando distraído que el amor no iba conmigo, a veces tan arrepentido de mi timidez distante, sintiéndome distinto a cada instante. Hoy pienso en quienes amé, a quienes fallé, hoy pienso en las veces que mentí sin saber por qué. Aquella primera vez que creí estar enamorado, encadenado a una figura y deslumbrado, iluminado en sensaciones de avalancha..punzadas en mi tórax, horas de llorar a solas, olas del primer amor que en esta orilla se evaporan...
En estos tiempos de huida el amor viene y va, cuando todo esté perdido otra luz vendrá, matará el frío sombrío de la soledad..

Los meses pasaron y entendí el error del deseo desesperado por sentir calor, inocencia desvanecida en ritos de pasión herida, fui calmando mi apetito sin medida..un móvil que no responde como única despedida, caminando y sin dar crédito, maldiciendo aquellos hábitos sin mérito vacíos y suicidas, si la tentacion llamaba yo acudía, y me sacudía la monotonía de otro día. Y de su placer mudo, cansado y harto volví a mi cuarto, triste y oscuro, fue así como comprendí que sin amor no hay futuro.
Decidido a pasar página, relajé mi conciencia, sequé las lágrimas vencidas por la providencia, rapeando y retratando la existencia como única estrategia para olvidar mis carencias. Y alcancé la paz con la soledad de aliada, porque antes que sentir dolor mejor no sentir nada, hasta que un hada apareció de repente en mi mente, iluminando un corazón inerte me habló y me dijo que él nunca se va para siempre, que camina libre como el alma de la gente, que no entiende de añoranzas ni lamentos, que solo vuelve cuando siente que llego el momento. Ahora sé que el amor fuera de nosotros solo es viento necesita de un cuerpo donde hallar cobijo y tiempo para madurar, mientras nos murmura voces de luz pura, infinita, que invitan a levitar. Pero es caprichoso y marcha en busca de aventura, dejando el alma desnuda en manos de la locura. Solo nos queda esperar, jugar con la soledad a oscuras, hasta que llega otra figura que nos cura.

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