Es triste descubrir que el mundo no va a pararse cuando se pare tu corazón. Igual que un corazón roto sigue latiendo, un mundo sin sentido sigue girando.
Aunque no lo veas, aunque no te lo esperes, aunque te parezca increíble, el resto no ha cambiado: la vida de todos sigue su rutina, el sol sigue saliendo por el este, el tren sigue retrasándose a las 10 y el agua continúa mojando.
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